Llevamos mucho tiempo sin publicar, y no es porque seamos irregulares (que lo somos) o distraídos (que a veces), la razón es que este proyecto, sintiéndolo mucho, ha acabado. De hecho, acabó en primavera, no pudimos superar el confinamiento.
El cierre no ha significado cerrar la persiana como si fuéramos un centro comercial. El proyecto acabó para nosotros en el momento en el que la Corporación Municipal decidió que las actividades formativas y de apoyo a emprendedores cesaran, al no poder impartirse ni tener perspectivas de poder hacerse. Aunque hemos estado unas cuantas veces más pasado el primer Estado de Alarma con nuestros agricultores, anótese eso fuera de inventario o programación. En consecuencia, este blog como sistema de comunicación concluye aquí sus funciones y, por tanto, se despide.
La agricultura urbana y ecológica, en todo caso, sigue. Todos aquellos que disponen de un huerto lo podrán seguir empleando hasta que el correspondiente contrato se extinga. En otras ocasiones hemos podido conocer que intenciones había superado ese momento, pero ahora no sabemos qué se hará después dado que el nivel de incertidumbre es considerable. El tiempo y la evolución de la epidemia permitirán solventar algunas y se podrá fijar una política.
El blog se queda abierto, al menos por un tiempo, para que quien quiera compruebe que no fue un sueño. Esta ultima entrada se dirige a agradecer el trabajo desarrollado a quienes han permitido que el proyecto se hiciera realidad, empezando por el equipo de gobierno municipal que decidió dar el primer paso. La segunda mención sin duda debemos hacerla a las y los agricultores, que han dado vida a este proyecto en sentido literal. Tras ellos, hay un montón de empleados municipales a los que debemos mucho, y cabría empezar por los de jardinería, a los que hay que agradecer su infinita paciencia, aunque la nómina es larga también en servicios sociales o en medio ambiente. Y tengo que citar por su nombre a una cuantas personas, como Elena, Laura y, muy especialmente, Imelda, a quien los que hemos compuesto el equipo técnico (Lara, Carlos, Manuel, David, Vero) recordaremos siempre.
La agricultura urbana y ecológica, en todo caso, sigue. Todos aquellos que disponen de un huerto lo podrán seguir empleando hasta que el correspondiente contrato se extinga. En otras ocasiones hemos podido conocer que intenciones había superado ese momento, pero ahora no sabemos qué se hará después dado que el nivel de incertidumbre es considerable. El tiempo y la evolución de la epidemia permitirán solventar algunas y se podrá fijar una política.
El blog se queda abierto, al menos por un tiempo, para que quien quiera compruebe que no fue un sueño. Esta ultima entrada se dirige a agradecer el trabajo desarrollado a quienes han permitido que el proyecto se hiciera realidad, empezando por el equipo de gobierno municipal que decidió dar el primer paso. La segunda mención sin duda debemos hacerla a las y los agricultores, que han dado vida a este proyecto en sentido literal. Tras ellos, hay un montón de empleados municipales a los que debemos mucho, y cabría empezar por los de jardinería, a los que hay que agradecer su infinita paciencia, aunque la nómina es larga también en servicios sociales o en medio ambiente. Y tengo que citar por su nombre a una cuantas personas, como Elena, Laura y, muy especialmente, Imelda, a quien los que hemos compuesto el equipo técnico (Lara, Carlos, Manuel, David, Vero) recordaremos siempre.
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